1. Discos de freno deformados o desgastados
Es la causa más común. Si los discos están alabeados (deformados por el calor), generan vibraciones al contacto con las pastillas.
Solución: Reemplazar los discos (y preferiblemente las pastillas también). Puedes encontrarlos en perfecto estado en desguaces por un precio mucho menor.
2. Pastillas de freno en mal estado
Si están cristalizadas, gastadas de forma irregular o de baja calidad, pueden causar vibración y pérdida de eficacia al frenar.
Solución: Cambiar por pastillas compatibles de buena calidad. Revisar que no haya suciedad o grasa en ellas.
3. Bujes o rótulas desgastadas
El desgaste de los bujes (silentblocks) o rótulas puede provocar vibraciones al frenar, sobre todo si la suspensión tiene juego.
Solución: Revisar y sustituir las piezas dañadas. En un desguace puedes encontrar bujes, brazos de suspensión y rótulas en muy buen estado.
4. Neumáticos deformados o mal equilibrados
Aunque no es directamente un fallo de frenos, un neumático en mal estado puede intensificar las vibraciones al frenar.
Solución: Revisar el equilibrado, desgaste irregular o cambiar el neumático si está deformado.
5. Amortiguadores en mal estado
Amortiguadores muy desgastados no absorben bien las irregularidades al frenar, lo que puede causar vibración y rebote del coche.
Solución: Sustituir los amortiguadores. Unos usados en buen estado pueden ser una opción económica si provienen de un desguace fiable.
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